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¡Los primeros audífonos del bebé!

¡Los primeros audífonos del bebé!

Los padres se sienten ansiosos esperando las respuestas de su bebé al sonido con su nuevo audífono. Cuando un bebé usa los audífonos por primera vez, a menudo las familias no saben qué esperar. Las respuestas de un bebé pueden variar entre sorpresa, sonrisas o ninguna reacción. Aprender a escuchar toma tiempo. Los padres pueden hacer mucho para ayudar a que el bebé se sienta cómodo con los audífonos, el conocimiento del sonido y el desarrollo de sus habilidades auditivas.

Su bebé necesita tiempo para adaptarse a muchas nuevas experiencias. Los zapatos nuevos pueden sentirse incómodos. Los alimentos nuevos pueden tener un sabor extraño. Aun cuando el nuevo descubrimiento es un juguete divertido, puede tomar tiempo para que el niño sepa qué esperar. Los audífonos son una sensación desconocida para un bebé. Con su primer audífono el bebé podría estar escuchando nuevos sonidos, sintiendo el audífono en la oreja y el molde invadiendo su canal auditivo. Los padres pueden ayudar al bebé a adaptarse a la amplificación si inicialmente le ponen los audífonos cuando estén en un lugar tranquilo y mientras que juntos disfrutan de una actividad familiar. Para mantener al bebé cómodo al oír nuevos sonidos, las familias pueden apagar el televisor o música de fondo y crear un ambiente más silencioso. Mantener al bebé ocupado con un juguete durante períodos cortos mientras hablan con él con una voz natural puede hacer que sus primeras experiencias auditivas sean agradables. Poco a poco, las horas por día que un bebé usa sus audífonos puede ir aumentando hasta que los utilice durante todas las horas que esté despierto.

Baby-First-Hearing-Aid

Los bebés pueden reaccionar de manera diferente a los audífonos dependiendo de dónde se encuentren en su desarrollo. Los bebés tienen orejas muy blandas debido a que el cartílago no se ha desarrollado y los audífonos pueden soltarse de la parte superior de la oreja. Cuando los bebés empiezan a explorar podrían quitarse sus audífonos e incluso masticarlos. Un pequeño sombrero hecho de tela delgada (hacen unos especialmente para audífonos) o una faja (o cinta) para la cabeza podría mantener los audífonos en su lugar. Los padres pueden experimentar con otras soluciones, según sea necesario, tales como un cordón para lentes, una cinta adhesiva de color, un tubo circular que rodea el oído o pedazos cortos de hilo dental amarrados al audífono y asegurado a la parte posterior de la camisa del bebé con un alfiler de seguridad. A veces un niño se da cuenta de que los adultos reaccionan rápidamente cuando él se quita el audífono y es posible que les guste la atención y lo hagan a menudo. Si confrontan este asunto de los audífonos de una manera tranquila, positiva y discreta, los padres le dejan saber que los audífonos son un artículo más que debe usar todos los días.

Entender el audiograma del bebé ayudará a los padres a estar al tanto de los posibles sonidos que él puede oír. El audiólogo puede demostrar y explicar los sonidos que probablemente el bebé oiga con sus audífonos. Los padres pueden hacer muchas preguntas. ¿Puede oír la mayoría de las voces? ¿Qué sonidos ambientales puede él percibir? ¿Qué niveles de sonido son útiles y apropiados? A medida que aumentan las respuestas del bebé, las familias pueden identificar objetos y actividades para que sea divertido escuchar. Los padres pueden solicitar citas continuas de audiología para que se revisen los audífonos, discutir sus preocupaciones, hacer evaluaciones y notar cambios. La comunicación frecuente con el audiólogo y otros proveedores de servicios puede producir una estrecha afiliación con las familias para que el uso de los audífonos sea monitoreado y los efectos evaluados regularmente.

Si el audiólogo explica que el bebé puede oír sonidos fuertes con sus audífonos, las familias tal vez vean que él responde poco después de recibir su amplificación. Los padres pueden observar los rostros y los ojos de los niños para notar alguna indicación de que escucharon un sonido. Cuando un bebé tiene 1 o 2 meses de edad pueda que abra bien los ojos o podría fruncir las cejas. Alrededor de los 7 meses de edad el bebé puede buscar un sonido volteando la cabeza. Las respuestas no siempre serán inmediatas u obvias. Algunos sonidos pueden incluso hacer que el bebé se irrite. Escuchar puede ser una experiencia nueva y muy diferente.

Se necesita más tiempo para que un niño aprenda a escuchar y responder a los sonidos más suaves. Al hablar y señalar los sonidos a su bebé, le guían a descubrir los sonidos y su significado. Incluso cuando los niveles de audición indican que un niño puede oír sonidos suaves, al principio sus respuestas pueden ser inconstantes. Con tiempo, un bebé buscará con mayor rapidez cuando se da cuenta de un sonido y lo que podría significar. Aprender que el sonido tiene significado es un proceso. Su bebé aprende primero a reconocer los sonidos y luego comienza a buscar otros sonidos que escucha. A medida que va desarrollando la habilidad para escuchar su discernimiento de sonidos más suaves irá aumentando.

Se puede motivar al niño durante todo el día para que esté consciente de los sonidos y del habla. ¡El lenguaje se aprende después de varios meses escuchando y observando antes que un bebé use una palabra! El bebé se beneficiará si los adultos se comunican constantemente durante la hora de comer, jugar y vestir, así como durante todas las actividades familiares cotidianas. Para algunas familias, podría ser demasiado agitado que el niño use audífonos durante ciertas rutinas de cuidado ¡como aprender a alimentarse por sí mismo! Las familias deben pensar en cómo incluir el uso de los audífonos tanto como sea posible durante las tareas diarias para que el día entero consista en escuchar y hablar.
Hablar con su bebé a menudo, cantar juntos, leer libros, animar a los miembros de la familia a actuar recíprocamente, inventando juegos vocales e imitando sonidos, todos son parte del desarrollo de las habilidades auditivas para crear la base del lenguaje hablado. Ayudar a un bebé a explorar diferentes maneras de producir sonidos con objetos y experimentar para crear sonidos del habla puede contribuir a su aprendizaje auditivo. Los audífonos hacen que los sonidos sean más fuertes, pero no pueden hacer que los sonidos sean más claros o más fáciles de entender. Después que el bebé ha usado los audífonos por varios meses, el proveedor de servicios hará una evaluación de su conocimiento de los sonidos y del habla del bebé. Una terapeuta del habla o audiólogo puede facilitar la información sobre la claridad de los sonidos del habla y los padres pueden compartir sus observaciones de las vocalizaciones del bebé y cómo responde a los sonidos. Juntos ellos podrán identificar cuáles serán las siguientes habilidades que el bebé puede aprender y cómo motivar esas cualidades.

A menudo, el audífono es una experiencia nueva para todos los que conocen al bebé. Al explicar el propósito de los audífonos al resto de la familia, el personal en la guardería o escuela e incluso a los niños pequeños pueden implicarlos para ayudar a que el bebé mantenga los audífonos puestos, con el cuidado de los audífonos y a darse cuenta de las respuestas del bebé. A veces los padres hacen una breve guía de cómo poner y revisar los audífonos para disminuir cualquier ansiedad acerca del uso de esta tecnología. Las familias también pueden hacer un libro pequeño con fotos o ilustraciones sobre los nuevos audífonos del bebé para que los hermanos y cuidadores puedan hablar y disfrutar del mismo. ¡Algunas veces los padres consultan con los hermanos mayores sobre el color de los moldes o las cubiertas! El audífono puede convertirse en un dispositivo que toda la familia apoya.

Los audífonos son una fase y sólo una parte del plan para un niño con pérdida auditiva. Podría sugerirse diferente tecnología cuando las respuestas del niño al sonido y su habla sean más confiables. Los padres pueden investigar sobre los diferentes dispositivos auditivos, enfoques en la comunicación y estrategias educativas con proveedores de servicios, otros padres de familia o individuos con pérdida auditiva. A medida que aumenta el conocimiento de los padres y cambian las necesidades del bebé, los recursos, servicios y apoyo pueden cambiar también. ¡Los primeros audífonos de un bebé son el inicio! ¡Es el comienzo para que su hijo reciba ayuda y para que su familia aprenda!

¡Los primeros audífonos del bebé!

Los padres se sienten ansiosos esperando las respuestas de su bebé al sonido con su nuevo audífono. Cuando un bebé usa los audífonos por primera vez, a menudo las familias no saben qué esperar. Las respuestas de un bebé pueden variar entre sorpresa, sonrisas o ninguna reacción. Aprender a escuchar toma tiempo. Los padres pueden hacer mucho para ayudar a que el bebé se sienta cómodo con los audífonos, el conocimiento del sonido y el desarrollo de sus habilidades auditivas.

Su bebé necesita tiempo para adaptarse a muchas nuevas experiencias. Los zapatos nuevos pueden sentirse incómodos. Los alimentos nuevos pueden tener un sabor extraño. Aun cuando el nuevo descubrimiento es un juguete divertido, puede tomar tiempo para que el niño sepa qué esperar. Los audífonos son una sensación desconocida para un bebé. Con su primer audífono el bebé podría estar escuchando nuevos sonidos, sintiendo el audífono en la oreja y el molde invadiendo su canal auditivo. Los padres pueden ayudar al bebé a adaptarse a la amplificación si inicialmente le ponen los audífonos cuando estén en un lugar tranquilo y mientras que juntos disfrutan de una actividad familiar. Para mantener al bebé cómodo al oír nuevos sonidos, las familias pueden apagar el televisor o música de fondo y crear un ambiente más silencioso. Mantener al bebé ocupado con un juguete durante períodos cortos mientras hablan con él con una voz natural puede hacer que sus primeras experiencias auditivas sean agradables. Poco a poco, las horas por día que un bebé usa sus audífonos puede ir aumentando hasta que los utilice durante todas las horas que esté despierto.

Baby-First-Hearing-Aid

Los bebés pueden reaccionar de manera diferente a los audífonos dependiendo de dónde se encuentren en su desarrollo. Los bebés tienen orejas muy blandas debido a que el cartílago no se ha desarrollado y los audífonos pueden soltarse de la parte superior de la oreja. Cuando los bebés empiezan a explorar podrían quitarse sus audífonos e incluso masticarlos. Un pequeño sombrero hecho de tela delgada (hacen unos especialmente para audífonos) o una faja (o cinta) para la cabeza podría mantener los audífonos en su lugar. Los padres pueden experimentar con otras soluciones, según sea necesario, tales como un cordón para lentes, una cinta adhesiva de color, un tubo circular que rodea el oído o pedazos cortos de hilo dental amarrados al audífono y asegurado a la parte posterior de la camisa del bebé con un alfiler de seguridad. A veces un niño se da cuenta de que los adultos reaccionan rápidamente cuando él se quita el audífono y es posible que les guste la atención y lo hagan a menudo. Si confrontan este asunto de los audífonos de una manera tranquila, positiva y discreta, los padres le dejan saber que los audífonos son un artículo más que debe usar todos los días.

Entender el audiograma del bebé ayudará a los padres a estar al tanto de los posibles sonidos que él puede oír. El audiólogo puede demostrar y explicar los sonidos que probablemente el bebé oiga con sus audífonos. Los padres pueden hacer muchas preguntas. ¿Puede oír la mayoría de las voces? ¿Qué sonidos ambientales puede él percibir? ¿Qué niveles de sonido son útiles y apropiados? A medida que aumentan las respuestas del bebé, las familias pueden identificar objetos y actividades para que sea divertido escuchar. Los padres pueden solicitar citas continuas de audiología para que se revisen los audífonos, discutir sus preocupaciones, hacer evaluaciones y notar cambios. La comunicación frecuente con el audiólogo y otros proveedores de servicios puede producir una estrecha afiliación con las familias para que el uso de los audífonos sea monitoreado y los efectos evaluados regularmente.

Si el audiólogo explica que el bebé puede oír sonidos fuertes con sus audífonos, las familias tal vez vean que él responde poco después de recibir su amplificación. Los padres pueden observar los rostros y los ojos de los niños para notar alguna indicación de que escucharon un sonido. Cuando un bebé tiene 1 o 2 meses de edad pueda que abra bien los ojos o podría fruncir las cejas. Alrededor de los 7 meses de edad el bebé puede buscar un sonido volteando la cabeza. Las respuestas no siempre serán inmediatas u obvias. Algunos sonidos pueden incluso hacer que el bebé se irrite. Escuchar puede ser una experiencia nueva y muy diferente.

Se necesita más tiempo para que un niño aprenda a escuchar y responder a los sonidos más suaves. Al hablar y señalar los sonidos a su bebé, le guían a descubrir los sonidos y su significado. Incluso cuando los niveles de audición indican que un niño puede oír sonidos suaves, al principio sus respuestas pueden ser inconstantes. Con tiempo, un bebé buscará con mayor rapidez cuando se da cuenta de un sonido y lo que podría significar. Aprender que el sonido tiene significado es un proceso. Su bebé aprende primero a reconocer los sonidos y luego comienza a buscar otros sonidos que escucha. A medida que va desarrollando la habilidad para escuchar su discernimiento de sonidos más suaves irá aumentando.

Se puede motivar al niño durante todo el día para que esté consciente de los sonidos y del habla. ¡El lenguaje se aprende después de varios meses escuchando y observando antes que un bebé use una palabra! El bebé se beneficiará si los adultos se comunican constantemente durante la hora de comer, jugar y vestir, así como durante todas las actividades familiares cotidianas. Para algunas familias, podría ser demasiado agitado que el niño use audífonos durante ciertas rutinas de cuidado ¡como aprender a alimentarse por sí mismo! Las familias deben pensar en cómo incluir el uso de los audífonos tanto como sea posible durante las tareas diarias para que el día entero consista en escuchar y hablar.
Hablar con su bebé a menudo, cantar juntos, leer libros, animar a los miembros de la familia a actuar recíprocamente, inventando juegos vocales e imitando sonidos, todos son parte del desarrollo de las habilidades auditivas para crear la base del lenguaje hablado. Ayudar a un bebé a explorar diferentes maneras de producir sonidos con objetos y experimentar para crear sonidos del habla puede contribuir a su aprendizaje auditivo. Los audífonos hacen que los sonidos sean más fuertes, pero no pueden hacer que los sonidos sean más claros o más fáciles de entender. Después que el bebé ha usado los audífonos por varios meses, el proveedor de servicios hará una evaluación de su conocimiento de los sonidos y del habla del bebé. Una terapeuta del habla o audiólogo puede facilitar la información sobre la claridad de los sonidos del habla y los padres pueden compartir sus observaciones de las vocalizaciones del bebé y cómo responde a los sonidos. Juntos ellos podrán identificar cuáles serán las siguientes habilidades que el bebé puede aprender y cómo motivar esas cualidades.

A menudo, el audífono es una experiencia nueva para todos los que conocen al bebé. Al explicar el propósito de los audífonos al resto de la familia, el personal en la guardería o escuela e incluso a los niños pequeños pueden implicarlos para ayudar a que el bebé mantenga los audífonos puestos, con el cuidado de los audífonos y a darse cuenta de las respuestas del bebé. A veces los padres hacen una breve guía de cómo poner y revisar los audífonos para disminuir cualquier ansiedad acerca del uso de esta tecnología. Las familias también pueden hacer un libro pequeño con fotos o ilustraciones sobre los nuevos audífonos del bebé para que los hermanos y cuidadores puedan hablar y disfrutar del mismo. ¡Algunas veces los padres consultan con los hermanos mayores sobre el color de los moldes o las cubiertas! El audífono puede convertirse en un dispositivo que toda la familia apoya.

Los audífonos son una fase y sólo una parte del plan para un niño con pérdida auditiva. Podría sugerirse diferente tecnología cuando las respuestas del niño al sonido y su habla sean más confiables. Los padres pueden investigar sobre los diferentes dispositivos auditivos, enfoques en la comunicación y estrategias educativas con proveedores de servicios, otros padres de familia o individuos con pérdida auditiva. A medida que aumenta el conocimiento de los padres y cambian las necesidades del bebé, los recursos, servicios y apoyo pueden cambiar también. ¡Los primeros audífonos de un bebé son el inicio! ¡Es el comienzo para que su hijo reciba ayuda y para que su familia aprenda!